El abordaje de los déficit cognitivos ha sido clasicamente dominio de la psicopedagogía y las ciencias de la educación, disciplinas que durante largo tiempo han indagado en los procesos de asimilación del lenguaje, y las operaciones lógicas, han estudiado las dificultades que surgen en la enseñanza de la lectoescritura, en los cálculos y en el dominio de los conceptos complejos.
La investigación de la psicopedagogía sobre la asimilación de conocimientos en el niño y el análisis de las etapas del desarrollo de las operaciones mentales han sido muy fructíferas, pero han tropezado con dificultades en el análisis de la estructura interna y de la base fisiológica de las funciones psicológicas que intervienen en los procesos de asimilación de conocimientos.
La neuropsicología ayuda a interrelacionar los conocimientos de la psicología cognitiva con la neurociencia, develar la fisiopatología del trastorno y sobre esta base encarar racionalmente la estrategia de tratamiento.
Constituye una valiosísima herramienta de la psicopedagogía de manera que sus hallazgos van a proveer elementos para diseñar estrategias de tratamiento con base científica.
Si toda conducta tiene su origen en el cerebro, para el proceso de aprendizaje hay áreas determinadas para cada una de las habilidades que el niño debe poseer para un aprendizaje exitoso, como lo son las habilidades de razonamiento, matemática, lectura y escritura; si el desempeño en estas áreas esta significativamente disminuido, las técnicas de neuroímagen han permitido el abordaje del estudio cerebral y cognitivo, lo que ha facilitado la obtención de un número considerable de datos que arrojan luz sobre el desarrollo anatómico y funcional del cerebro, y su relación con la progresiva adquisición de habilidades cognitivas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario